Amanda Escalante: ‘Mi mundo se acabó, el mundo de Amandititita ya no existe’
Amanda Escalante dejó atrás a "Amandititita" y se lanzó al mundo de los audiolibros. Pasó del furor de la anarcumbia a encontrar inspiración en Balzac y Pessoa. Su historia se convirtió en una búsqueda de luz.
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Amanda Escalante dejó atrás a "Amandititita" y se lanzó al mundo de los audiolibros. Pasó del furor de la anarcumbia a encontrar inspiración en Balzac y Pessoa. Su historia se convirtió en una búsqueda de luz.
Antes de la luz, todo era oscuridad. Incluso, el resplandor de la revolución se apagó lentamente. Hace 16 años, la industria musical se iluminó con “Amanditita” y su anarcumbia –una fusión explosiva de cumbia, rock y punk– en canciones como Metrosexual y La Muy Muy. Pero esos tiempos quedaron atrás.
“Mi mundo se acabó, el mundo de ‘Amandititita’ ya no existe“, dice en entrevista Amanda Escalante, escritora, cantante y compositora. Durante años, interpretó a una figura que dio voz a causas sociales y temas cotidianos, pero en medio de esa batalla se perdió a sí misma hasta caer en un “abismo mental” que le cobró una factura física y emocional.
Hoy, Amanda Escalante sobrevive a lo que vivió como “Amandititita”. Encuentra su luz a través de la oscuridad, inspirada por autores como el francés Honoré de Balzac y el portugués Fernando Pessoa.
Su último álbum de estudio fue Pinche amor (2019), pero en cinco años ha continuado con el lanzamiento de diversos sencillos. Ahora, se adentra en una nueva etapa creativa para explorar el mundo de los audiolibros con El propósito de la oscuridad.
Te vemos sosteniendo libros de Fernando Pessoa. ¿Qué autores inspiran tu proceso creativo?
Pessoa es el amor de mi vida. Mira, tengo tatuada su frase: “Para comprender, me destruí”. Tengo dos maestros espirituales, bueno tres: Herman Hesse, Balzac y Fernando Pessoa. Afortunadamente ahorita no estoy en el desasosiego, pero voy a conocer su casa este año en una visita a Portugal.
Pessoa fue mi guía espiritual en la oscuridad, justo alguien que lograba hacer luz desde una oscuridad profunda. Gracias a los escritos de Pessoa y de estos escritores tan valientes como Balzac, que escribía desde la profunda locura, entiendo lo valioso que es sincerarse sobre la salud mental.
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Hablamos de oscuridad y autoreflexión, ¿cuál es tu secreto más oscuro?
Lamentablemente todo se me nota y todo lo confieso, pero si hay algo que me avergüenza de mí misma, creo que fue haber derrochado tanto mi juventud en pendejadas. No sé si es el mayor secreto, pero sí me gusta perder el tiempo en el TikTok, en las redes, en personas que no. Tengo una fascinación por tirar la vida a la basura.
A partir de tu autoexploración, ¿cómo ves la evolución de tu mundo, claridad y oscuridad?
Mi mundo se acabó. El mundo de ‘Amandititita’ ya no existe. Cuando saqué mi primer disco no existía esta consciencia de las palabras que hay ahora. Me encantó haber sido parte de una revolución, con Molotov, de decir las cosas, pero eso ya no va a volver a suceder.
Por muchos años me consideré una luchadora social, muy activa en la política, y siento que me cobró mucho la factura ese personaje. Sin darme cuenta, un día desperté sintiéndome en un abismo mental.
Pasé por cosas físicas y mentales que me orillaron a cortar con todo eso, incluso cortar con esta personalidad justiciera, con esa furia y con ese humor y con ese juicio de que esto está bien y esto mal, de decir si eres racista o eres la “muy muy”.
Al final del día, todo eso era mucho ruido y era importante ver por qué estaba haciendo todo ese ruido, ¿qué no era lo que quería oír de mí? Me fui a mi interior y salió El propósito de la oscuridad.
Llevo muchos años trabajando en mí, desde los seis años estoy en busca de respuestas y estas indagaciones no siempre han sido luminosas, he pasado por lugares muy oscuros. He cometido errores, como ser grosera con gente con la que trabajaba, toda la historia con mi disquera, con Sony, lo veo en retrospectiva y digo: “no era necesario”.
Acomodo mi cabeza y me doy cuenta que era muy impulsiva, pero era parte del camino. Siento que eso ya se acabó, el 3 de agosto cumplo 45 años y me da mucho gusto haber atravesado por tantas vidas.
¿Qué es Dios y en qué cree Amanda Escalante?
Dios es amor y si vive en algún lugar, tiene que ser dentro de cada uno, no en una iglesia o algún otro lugar. Dios es la vida, lo que crea la existencia. Es luz, le puedes decir amor, Diosa o Dios, pero lo que creo que no es sería una persona dictando que es Dios, una persona pidiéndote dinero o que te aísles.
En esta época en que hay tantos coach y sectas es importante entender que Dios es amor y una visión de respeto hacia los demás.
Creo en Dios, en que el amor cura, en que los seres humanos tenemos derecho a equivocarnos y en que tenemos que ser compasivos con los demás.
Algo que a mí me ha costado mucho es que todas las cosas de las que he hecho un juicio he terminado, tarde o temprano, experimentándolas. Hay que tener cuidado con ese juicio a los demás, como puede ser juzgar el cuerpo de los demás.
Todo eso cobra un precio y quita la paz. He sido muy feliz en esta vida y, por eso, he querido contar esta historia.
¿Quién está detrás de El propósito de la oscuridad, Amanda o “Amandititita”?
Amanda Escalante. Sí hay muy poquito de “Amandititita”, creo que un recuerdo nada más que por ahí hablo, pero no. “Amandititita” no pisó por aquí.
¿Qué es lo que más te gusta de los audiolibros?
La música es hermosa y necesitamos la música, pero también el audiolibro te va informando y tú puedes estar cocinando, haciendo ejercicio y caminando y recibiendo una información para la que antes te tenías que sentar en completo silencio.
El audiolibro me ha hecho acercarme al libro físico, porque empiezo a oír y digo: “esto lo quiero comprar un papel”. La verdad es que los libros son caros y a veces, por ejemplo, yo he comprado muchos libros que luego no me terminan gustando.