El Padrino II celebra 50 años, ¿cuáles fueron las escenas más icónicas de la obra maestra de Francis Ford Coppola?
Cincuenta años después, El Padrino II sigue siendo un testamento de la excelencia cinematográfica, un relato intemporal de ambición y pérdida que continúa fascinando a nuevas generaciones.
Cincuenta años después, El Padrino II sigue siendo un testamento de la excelencia cinematográfica, un relato intemporal de ambición y pérdida que continúa fascinando a nuevas generaciones.
En diciembre de 1974, el séptimo arte fue testigo de uno de sus momentos más gloriosos con el estreno de El Padrino II. Esta obra maestra de Francis Ford Coppola, basada en la novela de Mario Puzo, continúa la saga de los Corleone con una profundidad narrativa que la consagra como una de las mejores películas de la historia y, para muchos, como la mejor secuela jamás hecha.
Con un elenco estelar encabezado por Al Pacino, Robert De Niro, Diane Keaton, Robert Duvall y John Cazale, la cinta explora los intrincados caminos del poder, la familia y la traición. A medio siglo de su estreno, recordamos cinco escenas memorables que han quedado grabadas en la historia del cine.
El asesinato de Don Fanucci
En un brillante flashback, Robert De Niro encarna al joven Vito Corleone, mostrando su ascenso al poder en las calles de Nueva York. Después de que Don Fanucci amenaza a Vito y a sus socios, el joven Corleone planea y ejecuta el asesinato del mafioso en una escena cargada de tensión, con una procesión religiosa como telón de fondo.
“Mi oferta es esta: nada”
En una conversación tensa durante la comunión de su hijo, Michael Corleone se enfrenta al senador Pat Geary, quien intenta extorsionarlo por una licencia en Las Vegas. Michael, imperturbable, deja clara su posición con una línea inolvidable:
“Mi oferta es esta: nada. Ni siquiera el precio de la licencia. Usted tendrá la amabilidad de pagarla por mí.”
Una escena que encapsula la fría autoridad del personaje de Pacino.
“Fredo, eres un extraño”
La traición dentro de la familia cobra un peso devastador cuando Michael confronta a Fredo, su hermano mayor. En un diálogo desgarrador, Fredo admite sentirse menospreciado, pero Michael no muestra piedad:
“Fredo, eres un extraño. Ya no eres mi amigo ni mi hermano. No quiero saber nada de ti.”
Esta escena marca el principio del fin para Fredo.
“Sé que fuiste tú, Fredo”
En una lujosa fiesta en Cuba, Michael finalmente desenmascara a Fredo, sellando su destino con un beso que simboliza la sentencia de muerte:
“Sé que fuiste tú, Fredo. Me destrozaste el corazón.”
La escena final
La película culmina con un emotivo flashback de 1941, mostrando a los Corleone en una reunión familiar por el cumpleaños de Vito. Mientras el espectador reflexiona sobre la evolución de Michael y el destino de los personajes, esta escena subraya la desoladora soledad que envuelve al patriarca de la familia.
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