
Doctora en Comunicación y Pensamiento Estratégico. Dirige su empresa BrainGame Central. Consultoría en comunicación y mercadotecnia digital, especializada en tecnología y telecomunicaciones. Miembro del International Women’s Forum.
Innovar para sobrevivir: la tecnología ante el cambio climático
El cambio climático no espera, ni nosotros tampoco deberíamos hacerlo. Cada acción cuenta, y tenemos la tecnología en nuestras manos como una herramienta para proteger nuestro futuro.


El cambio climático no espera, ni nosotros tampoco deberíamos hacerlo. Cada acción cuenta, y tenemos la tecnología en nuestras manos como una herramienta para proteger nuestro futuro.
Recientemente, compartí un estudio de la Universidad de California sobre el alto consumo de agua que conlleva el uso de la inteligencia artificial (IA) en la producción de contenidos, lo cual resulta preocupante si no encontramos herramientas para mitigar tanto el consumo energético como el hídrico. Hoy me permito presentar algunas propuestas que considero esenciales para llevar a cabo mediante una acción colectiva, en la que la tecnología se convierta en un aliado imprescindible para reducir las amenazas del cambio climático y acelerar la transición hacia un futuro más sostenible.
El estudio menciona los desafíos energéticos e hídricos derivados del creciente uso de la IA, ya que los centros de datos necesitan grandes volúmenes de agua para enfriar sus servidores, especialmente durante el entrenamiento de los modelos de IA. Ante estos problemas, algunas soluciones propuestas incluyen:
- Optimizar los horarios de entrenamiento de IA durante las horas más frescas del día, para reducir la evaporación del agua en los sistemas de refrigeración.
- Desarrollar centros de datos verdes, ubicando estratégicamente estos centros en países más fríos y con acceso a fuentes de energías renovables, lo que permitiría reducir significativamente el uso de agua.
- Implementar sistemas de enfriamiento por aire en lugar de agua o utilizar agua reciclada en los sistemas de refrigeración.
- Adoptar la computación en la nube, permitiendo que los centros de datos compartan recursos de manera más eficiente y así reducir el consumo energético.
- Utilizar algoritmos de IA más eficientes, aunque soy consciente de que esto será difícil conforme los modelos requieran mayor complejidad para satisfacer las necesidades de sistemas cada vez más avanzados.
- Normalizar el uso de chipsets de bajo consumo, como redes neuronales comprimidas, que requieran menos energía.
Aunque aún no podemos prescindir completamente de los combustibles fósiles, debemos acelerar la transición a energías limpias como la solar y la eólica en la medida en que su escalabilidad y accesibilidad lo permitan. Invertir en tecnologías avanzadas de almacenamiento de energía, como las baterías de flujo o las basadas en hidrógeno, potenciará el uso de energías renovables incluso cuando las condiciones climáticas no sean favorables para su generación.
La tecnología puede jugar un rol crucial mediante la gestión de redes eléctricas inteligentes que distribuyan la energía de manera eficiente, ajustándose a las demandas de consumo en tiempo real. Estas redes pueden maximizar el uso de energías limpias y distribuir el consumo de combustibles de manera sostenible. La transición energética, impulsada por la innovación tecnológica, es la única vía para lograr un futuro más sostenible, capaz de soportar los avances tecnológicos que, en el corto plazo, serán cada vez más esenciales para la humanidad.
La implementación de estas medidas, y de muchas otras, debe estar respaldada por políticas públicas y una colaboración internacional efectiva, de lo contrario, serán solo esfuerzos aislados que no solucionarán el problema del cambio climático. Para ello, es crucial que gobiernos, empresas y ciudadanos se alineen para promover la adopción masiva de soluciones que garanticen la recuperación de nuestro ya dañado planeta, y aseguren su continuidad para las próximas generaciones.
El cambio climático no espera, ni nosotros tampoco deberíamos hacerlo. Cada acción cuenta, y tenemos la tecnología en nuestras manos como una herramienta para proteger nuestro futuro.
¿Qué acciones concretas para aprovechar el poder de la tecnología puedes tomar hoy para impulsar un futuro más sostenible? El tiempo para empezar es ahora.