Guionista con más de 20 años de experiencia, amante del buen cine y de las grandes series de televisión.
El amor es un viaje en trineo al infierno, alocada road movie lésbica
Primera película de ficción de Ethan Cohen sin la compañía de su hermano Joel.
Primera película de ficción de Ethan Cohen sin la compañía de su hermano Joel.
Jamie (Sarah Margaret Qualley) es una mujer de espíritu libre, desinhibida y extrovertida que acaba de romper con su novia. Por su parte, su amiga, Mary (Geraldine Viswanathan) es una mujer recatada, tímida y reprimida que necesita relajarse. Con la intención de darle un giro a su vida emprenden un viaje por carretera desde Nueva York a Tallahassee, Florida. Las cosas se complican cuando un maletín que llevan en el auto tenía que ser recogido por unos criminales de poca monta que las persiguen de cerca por moteles y bares gays, todo esto ambientado en 1999.
Esta es la premisa de El amor es un viaje en trineo al infierno, primera película de ficción (En 2022 dirigió el documental Jerry Lee Lewis: Trouble in Mind) de Ethan Cohen, el 50% de la dupla ganadora de cuatro premios Oscar, Los Hermanos Cohen. Artífices de clásicos del cine independiente norteamericano como Barton Fink, The Big Lebowski, The Man Who Wasn’t There, sin olvidar a la ganadora del Oscar a mejor película en 2007, No Country for Old Men.
Ethan, ahora acompañado de su esposa, la editora Tricia Cooke, escribe esta cinta llena de elementos recurrentes en el cine de los hermanos Cohen, es decir, personajes excéntricos, diálogos inteligentes, violencia y crímenes que se salen de control.
El amor es un viaje en trineo al infierno es una road movie de gánsteres que sin ser profunda termina siendo inteligente, delirante y muy divertida. Se agradece el desenfado con el que Ethan resuelve las situaciones que plantea la historia y la capacidad de provocación que tiene. El tono de comedia oscura que maneja nunca decae.
El reparto es, en general, un acierto donde sobresalen las protagonistas, Margaret Qualley y Geraldine Viswanathan, entregan interpretaciones sólidas, donde destacan las personalidades opuestas de los personajes y cómo van cambiando a lo largo de la trama. Además de los cameos de Pedro Pascal, Milley Cyrus y sobre todo el de Matt Damon que resulta ser una delicia, haciendo que los últimos veinte minutos sean realmente hilarantes.
La película tiene un trabajo visual extravagante, donde se combina una edición frenética con zooms rápidos y planos atípicos que crean un mundo cinematográfico que logra sorprender.
La critica en general ha sido dura con la película, pero aun así es un trabajo que se debe ver simplemente por ser diferente a lo que nos tienen acostumbrados los grandes estudios, además de ser audaz en su propuesta, y claro, se puede tachar de superficial, pero a veces es lo único que necesitamos, pasar la tarde viendo una película divertida y superficial.
El amor es un viaje en trineo al infierno se puede ver en MAX.
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