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La resignificación de Medea
Medea se consideraba una tragedia que exponía a una lucha entre la razón y la pasión; a partir de Séneca, se considera un drama estoico.
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Medea se consideraba una tragedia que exponía a una lucha entre la razón y la pasión; a partir de Séneca, se considera un drama estoico.
“No hay mayor dolor que el amor”, Medea de Eurípides
Hubo quien le llamó la mujer más triste de la historia, también la más desgraciada, otros más tomaron a Medea como un tema de inspiración romántica frente al desamor, una tragedia surgida de Eurípides, uno de los grandes poetas griegos que cambio la tragedia tradicional al modificar roles y crear otros referentes como la protagonista de nuestras reflexiones.
Tiempo atrás, la historia de Medea se consideraba una tragedia de pasiones que exponía al lector o espectador frente a una lucha psicológica entre la razón y la pasión, al paso del tiempo y a partir de la Medea de Séneca, la obra se considera un drama estoico, es decir, un drama en el que las emociones pasan a un segundo o tercer plano. En este 2023 y después de una pandemia tenemos otra narrativa de Medea desde la revisión de la dramaturga Ximena Escalante, quien presenta a una mujer de grandes pulsiones, sí, pero que no acabó con la vida de sus hijos por venganza al infiel de Jasón.
Si no tienen referencia de lo comentado hasta el momento les contextualizo… Resulta que Medea, hija de Eetes rey de la Cólquida y de la ninfa Asterodia, nieta de Helios, el dios Sol, se enamoró de Jasón, el “héroe” gracias a ella, pues le ayudó a provocarle sueño al dragón que cuidaba el vellocino de oro, ese mítico personaje de lana de hilos de oro que era anhelado por los mortales. Atrapada por ese amor, Medea paso de largo de su familia y se entregó a Jasón. Tuvo dos hijos y, a pesar de todas sus virtudes, fortalezas, peripecias, pruebas y destierros, no pudo evitar ser presa de los celos al descubrir que su marido sucumbió ante Creúsa, la hija del rey Creón, y a partir de ahí devino la famosa tragedia de la mujer que asesinó a sus hijos.
Bueno, en la nueva propuesta de Escalante, la historia sucede de otra manera, hay un giro en el desenlace, sin que eso borre la tragedia.
Se trata de la primera entrega de la deconstrucción del mito de cuatro heroínas que fueron retratadas como villanas absolutas, sin matices y posibilidad de redención. Un cambio que llama poderosamente la atención por sus protagonistas, por anteponer la palabra “éxtasis” y por desatar el hambre de una venganza cargada de erotismo.
Éxtasis Medea es protagonizada por Carolina Politi y Ximena González Rubio; tendrá funciones hasta el 10 de septiembre en el Foro Lucerna y los dejará bien tocados frente a esas certezas que muchas veces nos compramos sin advertir las múltiples versiones que una misma historia puede contener.
Compartimos una charla con Ximena Escalante quien nos contó el origen de este nuevo proyecto en el que su visión del teatro se perfila a ese ideal añorado: