La “purificación” de la corrupción con el sello Sheinbaum
Libertad bajo palabra

Periodista y abogado con más de 35 años de trayectoria. Reportero, comentarista y consultor experto en temas jurídicos. Premio Nacional de Periodismo José Pagés Llergo 2011. Especialista en el Poder Judicial de la Federación y analista político.

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La “purificación” de la corrupción con el sello Sheinbaum La “purificación” de la corrupción con el sello Sheinbaum
Claudia Sheinbaum cumplió 100 días como presidenta de México. Foto: Especial.

El cambio no llega, ni llegará con la primera presidenta de México, sus primeros 100 días de gobierno dibujan el continuismo de un obradorato que afianza sus vicios más escandalosos en detrimento de las instituciones que ya se llevó el diablo avecindado en “la chingada” por allá en Palenque.

La vileza con la que se simula es el sello de una administración sin autonomía, carente de voluntad política para corregir caprichos absurdos aterrizados en venganzas personales o fobias patológicas que envenenan la vida pública. Señoras y señores la democracia ha muerto y apenas nos dirigimos al huracán de tan nocivo efecto. Hasta la narrativa mañanera heredó sonsonete falso en la voz de Claudia Sheinbaum para dar recetas huecas de moralidad al engaño monumental de una transformación ficticia. La corrupción, el nepotismo y los privilegios del influyentismo siguen enquistados en el gobierno federal e incluso han sido recargados en cambios constitucionales que destruyeron el espíritu republicano de la Carta Magna.

¿Se acabó la corrupción? Múltiples ejemplos documentados nos dan respuesta a una pregunta que resulta ingenua de origen. De bote pronto me resulta imposible dejar de aludir el reciente reconocimiento de la presidenta para decir que dentro de 2 meses podría estar resuelto el desabasto de medicamentos en el Sector Salud, tema no solventado desde el sexenio anterior, aunque de eso no se hable oficialmente. La ocurrencia de una “mega farmacia” construida como otro elefante blanco en el Estado de México, nos muestra la ineficacia de sus decisiones, el uso indiscriminado de recursos públicos en proyectos fallidos que de antemano saben que no resolverán las necesidades de la población más vulnerable, también significan corrupción.

Respecto al nepotismo el régimen expone una de sus más amplias incongruencias. En este aspecto se puede hacer una subdivisión para analizar los clanes bien definidos en la estructura de las instituciones públicas para exhibir a los beneficiarios del dinero público en las nóminas del gobierno y sus apéndices. Las Alcalde, Monreal, Batres, Taddei, obviamente los López del tronco genealógico Obrador que además sin estar formalmente en los organigramas hacen jugosos negocios al amparo del poder.

Los Batres: Lenia cobra como ministra de la Corte, su hermano Martí ahora es Director General del ISSSTE y su hermana Valentina es diputada en la Ciudad de México, sin contar las posiciones de Ulises Lara, ex pareja de Batres Guadarrama que tras ser fiscal en la capital ahora pretende ser electo magistrado federal y nadie podría dudar que lo logrará, aunque no precisamente por sus capacidades profesionales.

Los Monreal: Tienen una bien ganada fama para colocar a sus familiares bajo el cobijo del erario, sin contar el poderoso cacicazgo en Zacatecas o el intento fallido de Ricardo por imponer a su hija como alcaldesa en Cuauhtémoc, demarcación capitalina en la que el clan tiene muchos negocios, presuntamente obtenidos con ventajas facilitadas desde cargos públicos.

El nepotismo suele ser cruzado para devolver favores inconfesables y las llamadas ministras del bienestar ofrecen mucha tela de donde cortar, para ejemplificar los abusos desde la nómina de la Suprema Corte de Justicia hay varios casos que resultan un pequeño aperitivo de lo que vendrá cuando sean las que manden en lo que fue el Tribunal Constitucional.

Según datos oficiales consultados en el portal del Máximo Tribunal y actualizados al 15 de enero del año en curso, la oficina de Yasmín Esquivel Mossa es un auténtico refugio para los familiares y amigos del régimen. Como ya ha quedado ampliamente difundido Eligio Soto López, padre de la presidenta de la Sala Superior del Tribunal Electoral se encuentra en la nómina de esa ponencia en Pino Suárez 2. Otro caso es el de María José Añorve Fernández, hija de Manuel Añorve, actual Senador de la República de origen priista. Tenemos también ahí a Jorge Antonio Vázquez de Gyvés, sobrino de Verónica de Gyvés Zárate, consejera de la Judicatura Federal afín a Morena.

Loretta Ortiz no se queda atrás en este repertorio de casos que ejemplifican el nepotismo. Resulta que María del Refugio Monreal Ávila, hermana del diputado y ex presidente del Senado trabaja en esa ponencia en la Corte. Otro caso emblemático registrado en esa misma oficina es el de María Fernanda Romero Lozano, hija del agrónomo Octavio Romero, ex director de Pemex y actual titular del Infonavit.

Y hablando de Romero Oropeza que trata de difuminar el tiradero que dejó en la paraestatal tratando de descubrir el agua tibia en otras dependencias que ahora resulta va a limpiar de sus arraigadas mañas, existe un claro ejemplo que adquiere proporciones internacionales. Es el referente a las investigaciones desde las oficinas anticorrupción de Singapur y los Estados Unidos que han detectado como un modo recurrente de operar la mano de Romero y algunos de sus subalternos.

Aquí los detalles, existe la presunción de que la empresa malaya Coastal Contracts y Nuvoil en Veracruz, actúan como aparentes fachadas para abrir la puerta desde México a empresas y astilleros chinos con asignaciones de Petróleos Mexicanos por cerca de 1,200 millones de dólares para proyectos como el de compresión de gas Ixachi. Para lograrlo intervinieron de forma irregular funcionarios de Pemex coludidos con algunos juzgadores para obtener medidas cautelares que resultaron ilícitas. Un grotesco caso soportado por mecanismos financieros a modo presuntamente operados desde CIBanco en México y el United Overseas Bank de Singapur, caso que a pesar de la narrativa oficial no está de ninguna manera cerrado o concluido.

Y en un expediente que ya se indaga en el Consejo de la Judicatura Federal sobre esta maraña, despierta suspicacias el errático comportamiento de la magistrada Mónica Cacho en el cuarto tribunal colegiado en materia civil del primer circuito. Parece que la juzgadora se ha visto presionada desde diversos frentes para cuestionar resoluciones firmes que violentan el debido proceso. Cacho no tiene antecedentes irregulares, sin embargo tratan de incidir en su criterio para sumarla a la red que involucra a PEMEX y a la institución bancaria antes mencionada, un caso que podría comprometer su hoja de servicios como impartidora de justicia.

¿A pesar de estos y muchos otros ejemplos más se atreven a decir que no son iguales, que el país ya cambió, que su forma de hacer política es cobijada por la honestidad? Esta ramificación de la corrupción se reproduce vertiginosamente sin contrapesos, división de poderes y órganos autónomos de transparencia, imaginemos de qué tamaño será el iceberg en los próximos años.

EDICTOS

Siendo fiel a sus orígenes porriles en su etapa de fósil en la UNAM, Lenia Batres se muestra como una destructora institucional graduada en las artes oscuras de la intriga más vulgar. Usando la estructura de su oficina vive obsesionada para descalificar a la presidenta de la Corte, a estas alturas resulta burdo exhibir en sus redes sociales filtraciones a los medios a modo con las versiones estenográficas de las sesiones privadas en las que los integrantes del pleno intentan darle cuadratura al círculo ante el enorme boquete presupuestal propinado por el gobierno federal que da la puntilla a un Poder Judicial debilitado por tantos golpes consecutivos en su estructura y marco jurídico. Aprovechando el creciente descontento de los trabajadores por las repercusiones del descontón en los dineros para subsistir este 2025, Batres ocupa todo su tiempo en corroer la estructura que queda en la Corte. Habría que echarle un ojo a la escandalosa improductividad de su ponencia o el aprovechamiento de la nómina de sus incondicionales para exhibir su incongruencia. Dicen en los pasillos del edificio sede que ya no hay dinero que alcance en el comedor ante los recurrentes pedidos de comida para llevar en tupperware a su casa, pero no vayan a pensar mal, son sólo chismes con aroma a filete.

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