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Periodista y abogado con más de 35 años de trayectoria. Reportero, comentarista y consultor experto en temas jurídicos. Premio Nacional de Periodismo José Pagés Llergo 2011. Especialista en el Poder Judicial de la Federación y analista político.
X: @jenroma27
La miserable impartición de justicia que vendrá en 2025
No todo es ignorancia entre quienes se han enlistado, sin embargo sus vínculos y antecedentes eliminan la esperanza de objetividad o independencia.
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No todo es ignorancia entre quienes se han enlistado, sin embargo sus vínculos y antecedentes eliminan la esperanza de objetividad o independencia.
Lo verdaderamente trágico es que entre los dislates del régimen para aniquilar al Poder Judicial de la Federación ya nada sorprende, son capaces de cualquier barbaridad para consumar el abordaje a las posiciones que estarán vacantes a partir de agosto de 2025 y no me refiero a cargos sin importancia, se trata de los juzgadores federales que asumirán dentro de 10 meses con una investidura devaluada.
Será un proceso de parto doloroso para el país, denigrante para los jueces de carrera que fueron orillados a la dimisión y paupérrimo en el nivel general de capacidades de quienes ocuparán por dedazo esas posiciones. En este gigantesco río revuelto resultarán ganones los ignorantes del derecho obedientes al poder político, abogados sin experiencia judicial incondicionales del obradorato, simuladores del derecho y hasta familiares de sinvergüenzas morenistas como la ministra en retiro Olga Sánchez Cordero de García Villegas o Dolores Padierna.
Tras la convocatoria para la inscripción de los interesados en ocupar las 881 plazas que se concursarán en junio del año entrante a través de una elección de logística imposible para efectos de credibilidad, el proceso comenzó con escasa participación. Los más audaces alzaron la mano, pero no fueron suficientes.
Se prendieron las alertas y entre los genios de la perversidad: Arturo Zaldívar, Adán Augusto López y Ricardo Monreal se vieron obligados a reducir al mínimo la complejidad de la inscripción con el objetivo de masificar la afluencia de aspirantes. En las horas de pánico previas al cierre de la convocatoria que ellos mismos fijaron, sólo fue necesario anotarse por correo electrónico y entonces afloraron las prácticas más primitivas que caracterizan al régimen que se alimenta de cuotas, falsedades e inmundicia. La perla de ejemplo que aterriza este “modus operandi” alcanzó su máxima expresión con una diputada local de Morena en el estado de Michoacán, cuya petición desesperada fue grabada y circuló por diversos medios en días recientes. “Si tienes amigos que quieran ser juez federal necesito que se registren ya, ahorita, en estas plataformas, y me manden los folios para yo reenviarlos al nacional”. La impúdica desesperación tuvo el siguiente remate: “Es urgente que se registren hoy, porque se cierra mañana”.
En este caso se trata del comité que corresponde al Poder Ejecutivo, en el del Legislativo se dio un fenómeno similar, sólo fue necesario mandar el mensaje para que por las artes oscuras que distinguen al obradorato en el esplendor de este maximato llovieran los correos para inundar las convocatorias, faltaba más, desde sus parámetros los juzgadores federales se pueden dar en maceta porque el requisito indispensable entre ellos es la obediencia, ¿a quién le importa la preparación, la capacidad o la experiencia?
No todo es ignorancia entre quienes se han enlistado, sin embargo sus vínculos y antecedentes eliminan la esperanza de objetividad o independencia. Me referiré concretamente a 4 casos:
Fabiana Estrada es una magistrada de preparación incuestionable que ahora pretende ser ministra de la Corte, institución a la que llegó hace más de 20 años para trabajar en la oficina de Genaro Góngora Pimentel, ponencia que heredó Arturo Zaldivar a su llegada al Tribunal Constitucional. Estrada brilló como secretaria de estudio y cuenta, realizó estudios en Inglaterra. Con Zaldívar fue una de las estrellas de su oficina hasta que alcanzó la posición de coordinadora de asesores durante su presidencia, un puesto de gran importancia diseñado sólo para los de absoluta confianza. Fabiana tiene los atributos, trayectoria y preparación para aspirar a la toga, sin embargo su enorme cercanía con Arturo Zaldívar la descalifica porque nunca ha dejado de ser una de sus operadoras.
Paula García Villegas Sánchez Cordero, es una magistrada de hechuras medianas, siempre privilegiada por su madre, la ministra en retiro Olga Sánchez Cordero que ha cobijado su carrera judicial. En el río revuelto que les mencionaba, Paula se siente con atributos en virtud del impulso que automáticamente le brinda el grupo en el poder en el que participa doña Olga desde el arranque del sexenio anterior. ¿Le alcanzará a la diputada federal de Morena, ex presidenta del Senado y ex secretaria de Gobernación para convertir a Paula en ministra de la Corte que vendrá? Es probable que sí.
Juvenal Carbajal es un juzgador integrante del llamado grupo Oaxaca en el que comparte complicidades con Constancio Carrasco Daza. Fue coordinador de ponencia de Yasmin Esquivel Mossa, quien lo respaldó para convertirse en magistrado. Ahora Carbajal pretende llegar al nuevo Tribunal de Disciplina que reemplazará las funciones del Consejo de la Judicatura Federal. Personaje célebre por sus maltratos en la ponencia de Esquivel, se ha convertido en un trepador de enormes ambiciones que responde a la ministra que trabaja vehementemente su camino para intentar presidir la debilitada Corte que resultará tras la elección judicial.
Roberto Gil Zuarth de origen panista y encumbrado en épocas pasadas por Felipe Calderón es un litigante que busca la oportunidad de ser ministro. Reconocido por su capacidad para acomodarse en las estructuras del poder, es reconocido por sus habilidades para incidir políticamente en los casos que opera desde su despacho, basta recordar su intervención en Puebla para intentar apropiarse abusivamente de la Universidad de las Américas (UDLAP) caso que hizo evidente su carencia de escrúpulos como abogado postulante. Gil Zuarth era uno de los alfiles cercanos de Miguel Barbosa, cuyo gobierno se distinguió por pisotear la ley y perseguir despiadadamente a quienes obstaculizaron sus oscuros proyectos políticos y personales hasta el día de su muerte.
La mayoría de los aspirantes a juzgadores que se han inscrito no cubren el perfil básico para tan alta responsabilidad, su eventual designación a través de esta simulación electoral sin pies, ni cabeza será una tragedia para esta República nuestra herida de muerte. Los que cuentan con la preparación suficiente sólo serán favorecidos si garantizan obediencia al régimen. En ambos escenarios la autonomía e independencia están descartadas para la miserable impartición de justicia que resultará de esta reforma flagrantemente violatoria de la división de poderes.
EDICTOS
Entre más recibo detalles del cinismo de Alberto Pérez Dayán, más quiero a mi perro, sin que esto represente una comparación que ofenda a “Rex”. Resulta que de fuente incuestionable en su veracidad puedo informarles que hay 2 causas penales documentadas en la Ciudad de México por presunto abuso sexual contra el togado, los efectos persecutorios de estos delicados señalamientos se esfumaron como por arte de magia tras la actitud traidora de Gelacio, que recorre tan campante los pasillos del tercer piso de la Suprema Corte en Pino Suárez 2. Curiosamente en el tramo de acceso a la oficina de este personaje se encuentra el estremecedor mural de Rafael Cauduro que muestra una de las visiones más críticas de nuestro sistema de justicia. Cada día Pérez Dayán camina frente a la obra para llegar a su despacho, esas imágenes nunca lo sacudieron. Gelacio es un auténtico ejemplo de los vicios ocultos que marcaron el epitafio de un Poder Judicial que durante algunos años guardó en el armario la capacidad de autocrítica. Desde el Colegio de Secretarios de la Corte se sabe que no sólo hay impunidad garantizada para Pérez Dayán, sino que existe un ofrecimiento de embajada, aunque para ser sinceros él preferiría un consulado en Nevada.