Edomex, prueba de fuego para Morena

Que la contienda por el Estado de México (Edomex) será una buena prueba de fuego para Morena, pues como no se pusieron de acuerdo entre los aspirantes –ya hay hasta seis–, tendrán que recurrir al método que beneficia por supuesto al más popular.

Si bien no se espera que haya sorpresas –porque en los pasillos del palacio dan como un hecho que va a competir otra vez Delfina Gómez–, la prueba está en que el famoso método no sea cuestionado por ninguno de los que aceptó participar, y que al final cierren filas con la candidata.

Si es impecable la encuesta, se espera que esto se repita en el escenario de 2024, para lo que se harán dos encuestas dentro de un año (una para todos y otra para los dos finalistas).

Si todo sale bien en el Edomex, no habría razón para que alguno se fuera a competir por otro partido, que es lo que más temen en Morena no solo en esta elección sino en la presidencial con Marcelo Ebrard y Ricardo Monreal.

Lo que sabemos es que para abonar a la confianza en el resultado, ya no sería la típica encuesta hecha “en casa” por quién sabe quién, sino que será una casa encuestadora reconocida la que las haga.

A finales de este mes o a principios del que sigue ya estaría definida la candidatura del Edomex, donde Morena tiene más posibilidades que en Coahuila.

Que en los pasillos del palacio no ven para cuando “Alito” Moreno doble las manos. El priista copió la estrategia de Ricardo Anaya y en su defensa señala que hay una persecución por parte del gobierno de López Obrador.

Nos dicen que a Campeche ya le mandaron más material para seguir “machacando” al dirigente del PRI, en lo que se anima a “tirar” la toalla.

Pero en el PRI los allegados de “Alito” ven las cosas distintas, bajo la premisa de que lo que no te mata te hace más fuerte.

Por eso el presidente del PRI ya declaró que “solo muerto” lo van a “callar” (sacar de la dirigencia).

La gobernadora de Campeche le dijo que ya está muerto políticamente hablando.

A ver si no termina perdiendo el Edomex frente a Morena, como una raya más al tigre priista que dejó cojo, muy cojo para lo que sea que le depare a ese partido.

Que los allegados a “Alito” Moreno ya están pensando mal de los expresidentes del PRI que quieren adelantar su salida. Y es que se les hace muy sospechoso que su postura sea muy similar a la que se ha escuchado en los pasillos del palacio.

Lo que temen es que se quiera impulsar, desde adentro y desde afuera, a Alejandro Murat para la presidencia del PRI, cuando como gobernador en Oaxaca mostró mucha cercanía al actual presidente.

Murat podría, por ejemplo, cambiar la lógica de la alianza en 2024 e impulsar que el PRI compita solo, lo que beneficiaría a Morena, por el hecho de que más de la mitad de mexicanos –según encuestas– nunca volverían a votar por el tricolor.

Así es que la sucesión no solo se adelantó en 2024, sino la de 2023 en el PRI, que ya veremos cuál de los tres grupos se lo queda: los cercanos a “Alito”, los que impulsan a Murat o los salinistas y peñistas.