Corina, un retrato sobre la agorafobia

Guionista con más de 20 años de experiencia, amante del buen cine y de las grandes series de televisión.

Corina, un retrato sobre la agorafobia Corina, un retrato sobre la agorafobia
Corina. Foto. Cortesía

CORINA, PELÍCULA MEXICANA QUE RETRATA UN PADECIMIENTO POCO VISTO EN CINE, LA AGORAFOBIA.
Cinta que explora la soledad y brilla por su sencillez, un verdadero respiro al cine mexicano.

Es el año 2000 y Corina (Naian González Norvind) es una joven que trabaja como correctora de estilo en un periódico de Guadalajara, ella padece agorafobia, además de miedo a salir de su obsesiva rutina. Todos los días camina contando los pasos que la llevan hasta su trabajo que está en la misma calle donde vive, es decir, todo su mundo se desarrolla en un par de calles, ella no habla con sus compañeros a menos que sea indispensable. Corina vive con su madre (Carolina Politi) quien también sufre agorafobia, aunque en mayor grado, ya que ni siquiera se atreve a salir de su casa. El periódico también publica libros, que Corina corrige, una noche cambia el final de un libro que por error es mandado a la imprenta, así que con la ayuda de Carlos (Cristo Fernández) quien trabaja en el café que la chica visita todos los días, va en busca de la escritora para aclarar lo sucedido enfrentando el reto más grande de su vida, salir de su zona de confort.

Corina, película dirigida por Úrsula Barba y escrita por ella misma en compañía de Samuel Sosa es una cinta en el género conocido como Coming-of-age, es decir donde vemos el crecimiento personal del personaje, y aquí vemos el crecimiento de nuestra protagonista en pequeños actos de valentía, cosas que para la persona promedio podrían parecer cualquier cosa, para Corina significan verdaderos retos. Con una historia aparentemente sencilla, explora temas un tanto olvidados por el cine mexicano, como la adicción a la soledad, y justo en esa sencillez es que resulta brillante.

Corina es una muestra que es posible, si se quiere, contar historias diferentes de los clichés del cine en México, alejada de las insulsas comedias románticas o los dramas de carácter social, Corina es una película que se siente diferente, lejos del chilango-centrismo que abunda en las producciones nacionales, esta es una cinta completamente tapatía, donde tal vez radica su principal diferencia.

Con una narrativa simple y nostálgica, sobresale la actuación de Naian González Norvind, quien se apropia del personaje, y comparte de gran manera la extraña y particular visión del mundo que tiene Corina, dándole a veces un aire a Amelié, el personaje del clásico francés del 2001, donde ella elige vivir la vida a su manera, que cuando es necesario y no le queda de otra, rompe con el molde y enfrenta a sus miedos. La acompaña Cristo Fernández como Carlos, el actor mexicano de moda, famoso por su participación en la serie de Apple Plus, Ted Lasso, que con el desenfado que muestra, resulta perfecto acompañante en las aventuras de la tímida chica.

Corina es una película con mucho corazón, a la que le siente el amor con la que fue hecha, logra tocar fibras sensibles al ser tierna y conmovedora, además de visibilizar un tema un tanto menospreciado como la agorafobia.

Se puede ver en cines.

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