Personaje del mes: Ismael ‘El Mayo’ Zambada
La detención de Ismael "El Mayo" Zambada, el último de los capos de la vieja escuela, no solo marca el fin de una era, sino que también desata una ola de interrogantes.
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La detención de Ismael "El Mayo" Zambada, el último de los capos de la vieja escuela, no solo marca el fin de una era, sino que también desata una ola de interrogantes.
El anuncio sacudió a todo México. Ismael “El Mayo” Zambada, el legendario capo que burló a las autoridades durante casi medio siglo, finalmente había sido detenido en Estados Unidos. El jefe del narcotráfico con la carrera criminal más longeva aterrizó en Texas y agentes estadounidenses lo detuvieron.
Desde la tarde de aquel jueves 25 de julio, distintas versiones han corrido sobre la detención del líder histórico del Cártel de Sinaloa: algunos hablan de una entrega pactada, otros más de una traición e, incluso, se ha mencionado la posibilidad de un secuestro.
A la fecha, los detalles de su arresto siguen envueltos en misterio. Lo que es innegable es que “El Mayo”, a sus 76 años y tras construir un emporio, pisó la cárcel por primera vez en su vida.
El ascenso de “El Mayo”
A 53 kilómetros del Aeropuerto Internacional de Culiacán, se encuentra El Álamo, un pequeño pueblo en el estado de Sinaloa. En 2014, sus calles estaban habitadas por solo 229 personas. Fue aquí donde, el 1 de enero de 1948, nació Ismael Zambada García.
No hay pistas sobre su infancia y adolescencia, esos años parecen quedar en el olvido. En los años 80, “El Mayo” dio sus primeros pasos en el negocio de la droga, sumándose al Cártel de Guadalajara. Era una época de formación y de alianzas. Poco después se unió a las filas del Cártel de Juárez.
Con la muerte de Amado Carrillo, conocido como “El Señor de los Cielos”, el panorama del narcotráfico cambió. Aprovechando el vacío dejado por Carrillo, Zambada creó su propia organización, con la que extendió su influencia y sus operaciones a Sonora y Baja California. Mientras tanto, comenzó a tejer conexiones estratégicas con los cárteles de Colombia.
Junto con Joaquín “El Chapo” Guzmán y Juan José “El Azul” Esparragoza, Zambada emergió como uno de los pilares más imponentes del Cártel de Sinaloa. Sin embargo, a diferencia de sus socios, “El Mayo” prefirió permanecer en las sombras. Su perfil bajo se reflejaba en la escasa cantidad de imágenes que circulaban de él, apenas siete, entre las que se filtraron a través de la DEA y las que se incluyeron en documentales de Netflix.
Mientras otros nombres se transformaban en símbolos de notoriedad y representaban la cara visible de los narcotraficantes mexicanos, Zambada permanecía enigmático y reservado. A pesar de su bajo perfil, era uno de los capos más buscados por las autoridades de Estados Unidos, quienes llegaron a ofrecer hasta 15 millones de dólares por cualquier información que condujera a su captura. Dinero suficiente para comprar una mansión en Nueva York o más de 100 autos Ferrari.
El sinaloense enfrenta acusaciones en cinco jurisdicciones federales de Estados Unidos: California, Illinois, Texas, el Distrito de Columbia y Nueva York. Cada una de estas acusaciones es un capítulo en un largo expediente de delitos graves relacionados con el narcotráfico, la violencia y la distribución de drogas como fentanilo.
La era de “El Mayo” en el Cártel de Sinaloa
El Cártel de Sinaloa comenzó en la década de 1980 bajo el liderazgo de Pedro Avilés Pérez. Desde entonces, la organización fue ganando poder en México hasta convertirse en la célula del narcotráfico más poderosa, con presencia y conexiones en 100 países alrededor del mundo.
La Administración del Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés) reveló que el Cártel de Sinaloa opera en al menos 19 entidades de Estados Unidos. Con más de 26 mil miembros en casi todo el mundo, la organización es responsable del mayor tráfico de fentanilo, metanfetaminas, heroína y cocaína a territorio estadounidense.
Para el gobierno mexicano, la detención de Joaquín “El Chapo” Guzmán en 2016, su posterior extradición a Estados Unidos y su sentencia a cadena perpetua por un tribunal de Nueva York mermó la capacidad de operación del Cártel de Sinaloa, pero no del todo.
Con la caída de “El Chapo”, “El Mayo” Zambada asumió el liderazgo de mayor peso dentro del cártel, sin dejar de mantener su perfil bajo que lo caracterizaba. Desde las sombras, el capo manejó las estrategias y coordinó las operaciones. Mientras tanto, los hijos de “El Chapo” reclamaron su derecho al poder, lo que desencadenó una batalla interna con Zambada y su familia.
El origen de la guerra entre “El Mayo” y “Los Chapitos”
El semanario Zeta reveló algunas pistas sobre el origen del conflicto entre “El Mayo” Zambada y “Los Chapitos”. A finales de 2013, en un antro de Culiacán, Sinaloa, José Rodrigo Aréchiga Gamboa, alias “El Chino Ántrax”, tuvo una discusión con Iván Archivaldo Guzmán Salazar.
Como consecuencia, el hijo de “El Chapo” pidió a Zambada García la cabeza de su jefe de sicarios, pero la petición le fue negada. El rechazo desató rencillas entre ambos grupos del cártel.
Y la tensión escaló con las acusaciones de Vicente Zambada, conocido como “Vicentillo”. El hijo de “El Mayo” acusó a “El Chapo” de orquestar el tráfico masivo de drogas hacia Estados Unidos. Este testimonio fue fundamental para la fiscalía estadounidense en el juicio de Guzmán en la corte de Manhattan.
El drama se intensificó cuando la defensa de “El Chapo” acusó a Zambada García de ser el verdadero líder detrás del Cártel de Sinaloa. La alianza entre ambos capos y sus familias terminó seriamente dañada.
La detención de “El Mayo” y las reacciones
La tarde del jueves 25 de julio, El Paso, Texas, se convirtió en el epicentro de la noticia más trascendental del mundo del narcotráfico. Ismael “El Mayo” Zambada, uno de los campos más buscados, fue finalmente asegurado por las autoridades estadounidenses.
Horas después de la detención, el fiscal general de Estados Unidos, Merrick B. Garland, confirmó el hecho e informó que tanto Zambada como Joaquín Guzmán López, con quien fue detenido, pertenecían a una de las organizaciones criminales más violentas del mundo.
Al siguiente día, el presidente estadounidense Joe Biden celebró la labor de los servicios de seguridad de su país por la detención: “Felicito el trabajo de nuestros agentes del orden que realizaron este arresto por su trabajo continuo para llevar a los líderes del Cártel de Sinaloa ante la justicia”.
En México, la noticia de la detención de Zambada llegó de manera sorpresiva. Las autoridades aseguraron que no tenían conocimiento del operativo que derivó en la captura del capo. No fue sino hasta la conferencia matutina del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO), el viernes 26 de julio, que el gobierno mexicano ofreció sus primeras reacciones sobre el arresto.
Cuatro días después de la detención, el 29 de julio, el mandatario reveló que, hasta ese momento, no se contaba con información confiable sobre la supuesta entrega del hijo de “El Chapo” y la captura de “El Mayo”. Seguía siendo un rompecabezas sin resolver.
“No. Todavía falta mucho (por informar). Falta, por ejemplo, saber de dónde salieron. Originalmente, mandaron de migración de México lo del plan de vuelo de Hermosillo –de una avioneta a Nuevo México–, pero luego, se menciona que no salieron de ahí y no se tiene una información confiable”, declaró AMLO el lunes.
El presidente explicó que había pedido un informe detallado a las autoridades estadounidenses, pues no se descartaba que agentes extranjeros hubieran ingresado a territorio nacional sin autorización.
“Se tienen que aclarar las cosas, lo que sucedió. Nada más comentar que nosotros cooperamos siempre con el gobierno de Estados Unidos en todo el combate al tráfico de droga, siempre hemos combatido el tráfico de droga, hemos cuidado nada más que se haga por decisión nuestra, que no sea como antes que las agencias de Estados Unidos eran las que mandaban en México en esta materia”, puntualizó.
¿Traición o entrega?
La detención de Ismael “El Mayo” Zambada ha desencadenado una tormenta de especulaciones y revelaciones, con una certeza indiscutible: México no participó en la captura y no estaba enterado de la operación. Lo confirmó el mismo López Obrador.
El mismo día de la captura, las teorías sobre cómo se desarrolló el operativo comenzaron a circular. Una de ellas, revelada por el diario The Wall Street Journal, aportó detalles reveladores. Según el texto de Steve Fishery y José de Córdoba, la detención se produjo debido a una traición: “El Mayo” y Joaquín Guzmán López, uno de los hijos de “El Chapo” Guzmán, creían que estaban inspeccionando aeródromos en México, cuando en realidad aterrizaban en territorio estadounidense.
La operación, según el diario, llevaba varios meses de preparación.
Otra versión apunta a una traición y a un secuestro operado por los Guzmán. Funcionarios estadounidenses declararon al diario Milenio que Joaquín Guzmán López, quien lo acompañaba al momento de aterrizar en Estados Unidos, operó como fuente del FBI para entregar a “El Mayo” Zambada.
Sin embargo, el abogado Frank Pérez, defensor de “El Mayo” en Texas, ofreció una versión adicional: Zambada fue emboscado, tirado al suelo y esposado por seis hombres en uniformes militares antes de abordar el avión.
Medios estadounidenses, entre ellos The New York Times, han corroborado la teoría de la traición. Informaron que Guzmán López entregó a “El Mayo” en un intercambio de favores para su hermano Ovidio Guzmán, extraditado en septiembre del año pasado a Estados Unidos.
Entre las múltiples versiones, una más sugiere que “El Mayo” llegó de sorpresa a Estados Unidos, pues las autoridades estadounidenses no tenían ni la más mínima idea de que el cofundador del Cártel de Sinaloa estaba en el vuelo en el que también viajó uno de los hijos del narcotraficante Joaquín “El Chapo” Guzmán.
Otra versión de la historia pinta un cuadro aún más intrigante. Según esta teoría, Zambada llegó a Culiacán desde un escondite ubicado en las montañas de Durango para ver a un grupo de médicos que lo atendería por cáncer. Luego de su cita, se reunió con Joaquín Guzmán López y ahí fue emboscado por hombres armados.
El relato sugiere que los atacantes lograron someter a los cuatro guardaespaldas de Zambada, mientras que su asistente personal logró escapar. Esto fue revelado por Crashoutmedia, aunque tampoco incluye pruebas de la supuesta traición.
La maraña de rumores y teorías sigue enredándose sin que nada sea confirmado de manera definitiva. La verdadera historia, con sus matices y secretos, probablemente saldrá a la luz hasta que Zambada se enfrente a un juicio en Estados Unidos. Por ahora, lo único cierto es que el legendario capo, que durante casi medio siglo logró eludir a las autoridades, fue detenido en Estados Unidos.
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