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Sansón y yo
Injusticia y esperanza desde prisión en ‘Sansón y yo’, el documental de Rodrigo Reyes sobre Sansón Andrade, condenado injustamente a cadena perpetua. Estrena ya en Cineteca Nacional y circuito cultural.
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Injusticia y esperanza desde prisión en ‘Sansón y yo’, el documental de Rodrigo Reyes sobre Sansón Andrade, condenado injustamente a cadena perpetua. Estrena ya en Cineteca Nacional y circuito cultural.
“Dicen que cuando se cierran las puertas de la cárcel, se abren las ventanas del entendimiento”…
Desde un instituto correccional en las afueras de Los Ángeles, California, Sansón Noé Andrade toma una llamada, estaba cocinando, -me dice-, le pregunto ¿qué cocinas?… unos burritos -me contesta-.
La llamada sucede gracias al documentalista Rodrigo Reyes, quien hace una década conoció a Sansón en su labor como intérprete de apoyo a migrantes, eso fue antes de ser condenado a cadena perpetua por un homicidio en el que no participó, pero sí estuvo involucrado su cuñado, eran unos jóvenes y la ley, para variar no estuvo de su lado.
Miro el tráiler del documental que Rodrigo Reyes filmó en esos diez años de escribirse alrededor de 500 cartas con Sansón y escucho la voz de Sansón y me lo imagino perfecto en la estufa preparando la comida para sus compañeros. La llamada que fue cortada varias veces fue corta pero sustanciosa, Sansón me contó sobre su vida y la oportunidad de contarla.
Sansón, ¿ha tenido algún peso tu nombre?, eso de ser un hombre forzudo no debe ser sencillo, pregunté, hace una pausa y me cuenta que al principio no le gustaba su nombre su nombre, que su mamá era una persona muy religiosa y que batallaba mucho con asimilarlo, pero conforme descubrió su significado y vivió lo que ha vivido, le ha encontrado sentido y cree que sí, que esa fortaleza lo ha procurado.
Sobre la relación de Sansón y Rodrigo, basta mencionar que fue la última persona que vio antes de ser condenado, que fue quien se interesó en escucharlo, que fue quien se animó a buscar a su familia en un pueblo de Colima y le regalo la imagen y voz de su hermana antes de que ella muriera.
Sin juicios de valor, el documental de Rodrigo Reyes escudriñó la vida de Sansón, pero a la vez de muchos hombres y mujeres que dejan su lugar de origen en busca del sueño americano, el cual me comenta Sansón, más que un sueño puede ser un espejismo, ya que en tu pueblo, ciudad, eres libre y en Estados Unidos, aunque no estés en la cárcel tampoco eres libre.
En esos breves momentos de charla, Sansón me cuenta sobre sus planes a futuro, recuerda cómo fue la proyección del documental en el centro donde se encuentra y cómo eso lo empoderó para buscar justicia, sentimiento que tocó a algunos de sus compañeros y que ojalá sea un rasgo positivo para que su caso sea revisado, por si las dudas ya terminó la preparatoria y está estudiando una carrera.
Sansón y yo, a partir de este fin de semana en la Cineteca Nacional y circuito cultural.
Por acá la conversación con Sansón Noé: