¿La Mona Lisa está sonriendo? Esto dice la ciencia
Científicos del Centro Médico de la Universidad de Friburgo tomaron la imagen y presentaron a algunos espectadores 8 variantes de tristeza y felicidad.
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Científicos del Centro Médico de la Universidad de Friburgo tomaron la imagen y presentaron a algunos espectadores 8 variantes de tristeza y felicidad.
La Gioconda, mejor conocida como La Mona Lisa, es una de las obras más conocidas en la carrera de Leonardo da Vinci, y, seguramente, el cuadro más famoso del mundo, en el que la sonrisa de la mujer siempre ha sido un enigma sin resolución, aunque la ciencia podría tener la respuesta.
La pintura fue realizada a principios del Siglo XVI y la protagonista de la misma es Lisa Gherardini, a quien conocían como La Gioconda. En el cuadro, Da Vinci utilizó una técnica llamada sfumato, la cual consiste en superponer finas capas de pintura para crear formas atenuando los contornos y contrastes.
La sonrisa de Lisa siempre ha sido objeto de debate entre los espectadores durante varios siglos, lo que incluso ha dado pie a ser objeto de estudio de los investigadores, por lo que la respuesta podría estar en la ciencia.
¿Realmente Lisa Gherardini sonríe en La Mona Lisa? Esto dice la ciencia
El enigma de la sonrisa de La Gioconda se deriva de las múltiples emociones que pueden leerse al contemplar el gesto de la mujer retratada. Un estudio de Scientific Reports publicado en 2017 demuestra que la mujer que pintó a Da Vinci sonríe, al menos para la mayoría de las personas.
Recientemente, un grupo de científicos del Centro Médico de la Universidad de Friburgo, del Instituto de Psicología de la Universidad de Friburgo y del Instituto de Áreas Fronterizas de Psicología y Salud Mental de Friburgo, Alemania, retomaron la imagen, manipularon la curvatura de la boca y presentaron 8 variantes de tristeza y felicidades a 12 espectadores.
Después de observar las imágenes en orden aleatorio, aproximadamente 30 veces se llegó a la conclusión de que la versión original es percibida como feliz, pero las variantes tienen una caída más prominente de la curvatura de la boca.
Pero el debate está lejos de concluir, pues Jürgen Kornmeier, coautor del estudio e investigador del Instituto de Psicología y Salud Mental de Friburgo, aseguró que “la percepción y la reacción al contenido emocional de la cara son relativas y dependen en gran medida de la gama de estímulos utilizada”.
En este sentido, una investigación publicada en 2015 en Vision Research argumenta que la enigmática sonrisa de La Mona Lisa no fue casualidad, sino que se trata de “una característica intencional de la maestría de Da Vinci para expresar emociones sutiles”.