El olvido histórico al Museo del Juguete Antiguo
Roberto Shimizu, director del espacio, habló acerca de los problemas que enfrenta el recinto ubicado en la colonia Doctores.
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Roberto Shimizu, director del espacio, habló acerca de los problemas que enfrenta el recinto ubicado en la colonia Doctores.
El Museo del Juguete Antiguo de México (Mujam) no se encuentra en cuidados intensivos ni en una situación moribunda, pero sí en una condición delicada. Sus pasillos, antes bulliciosos con estudiantes de diversas escuelas, ahora lucen vacíos durante la semana, con apenas unos 15 visitantes. Hace dos décadas, contaba con el respaldo de recursos gubernamentales. Sin embargo, en la actualidad, se enfrenta a la carencia total de estímulos, ya que esos apoyos han sido desviados hacia otras iniciativas. Enfrenta una situación desafiante.
La pandemia de Covid-19 desencadenó una crisis que llevó a Roberto Shimizu, director del Museo del Juguete Antiguo de México (Mujam), a enfrentarse a la posibilidad inminente de cerrar las puertas del museo, ubicado en la colonia Doctores de la Ciudad de México.
“Gracias a que el edificio es de nuestra propiedad, ayuda muchísimo. Si no fuera por eso, ya hubiéramos cerrado las puertas. En algún momento, mi padre dijo: ‘si un día cerramos y anunciamos que cierra el museo, realmente va a ser algo lamentable‘. Pero es que han pasado delegados, alcaldes, gobernantes, secretarios de cultura y realmente no hemos tenido ningún solo apoyo“, dice Shimizu en entrevista para La-Lista.
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A pesar de custodiar más de 6 millones de juguetes y otras piezas que son testigos de la historia de la cultura popular del México del siglo XX, el museo no ha tenido acercamiento con la Secretaría de Cultura Federal. Con Alejandra Frausto, en particular, no ha habido ni siquiera un intento de comunicación. “Esperamos que con este nuevo gobierno entrante, tanto a nivel alcaldía como a nivel de ciudad y federal, se pueda hacer algo“, comenta Shimizu.
Hubo un intento de acercamiento con el exsecretario de Cultura de la Ciudad de México, Alfonso Suárez del Real, para integrar el recinto al circuito de museos de la Secretaría de Cultura local. Sin embargo, lamenta el director, dada la calidad de su acervo, el museo tiene el potencial de ser reconocido a nivel federal.
Su colección se integra por juguetes, fotografías, pósters, mapas, objetos, cámaras antiguas y más tipo de bienes que abordan temas como lucha libre, Barbie, el movimiento estudiantil del 68 y las olimpiadas de ese mismo año, arte urbano y más.
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Fue el padre de Roberto Shimizu quien inició la colección de juguetes en 1980, la cual hoy cuenta con más de 6 millones de piezas. Dada su diversidad, y al ser objeto de estudio, es que el también arquitecto considera el acervo como con las herramientas necesarias para tener un carácter de museo federal.
La familia tiene opciones en la mano para el futuro. Podría cruzar los desiertos del norte y llegar al denominado “Imperio de la libertad” o bien cruzar el Atlántico rumbo al Viejo Continente, donde hay otros espacios con colecciones parecidas a la que está en la Doctores. Pero el amor y gratitud hace que los Shimizu quieran dejar sus pertenencias en la CDMX.
Por parte de las autoridades de la capital conocida como el “Ombligo de la luna” también existió la oferta de llevarla al oriente, al Museo Yancuic, abierto en febrero pasado. Esto dado que ellos son “los únicos capaces de poder meterlo contenido y llenar esos espacios”, pero su deseo es mantenerse en la otrora Colonia Hidalgo, construida por Francisco Lascuráin y cuyo nombre cambió ante las vialidades que la demarcan en honor a médicos que marcaron la historia del país-
Los Shimizu sinceran su corazón y reconocen que no quieren llevarla a ningún otro lado su exposición porque es un agradecimiento al pueblo que acogió a su familia en 1920 y les dio un hogar, trabajo y nuevas tradiciones, una nueva forma de vida.
En medio del cierre que tuvo el Museo del Juguete de Monterrey, Roberto Shimizu comentó que el Mujam está consciente de las dificultades que atraviesan los museos de México, sobre todo que luego de la pandemia y “con algunas políticas de los gobiernos entrantes ha sido muy muy difícil el poder subsistir“.
Para continuar con sus actividades es que el espacio ha tomado iniciativas como vender algunos juguetes y mantener el precio de entrada por 50 pesos; también organizó cursos, aunque casi todas las ganancias van hacia los talleristas. Administrativamente trabajan con cinco personas y los demás son jóvenes que hacen servicio social, es decir su plantilla se redujo en casi un 85%.
Otra de las dificultades que han tenido son problemas de inseguridad con la zona, pues ya en dos ocasiones se han metido a robar algunas piezas de su colección. Y aunque dieron con los delincuentes, no recibieron el apoyo de las autoridades ni recuperaron las piezas.
“Es como si estuviéramos siendo totalmente ignorados. Creo que hay muchas áreas de oportunidad para apoyar al museo si tuviéramos estos apoyos que en su momento eran los etiquetados, tendríamos el potencial de hacer de este museo del juguete el número uno a nivel mundial. Nuestro museo sería un orgullo nacional”, añadió.
El Museo del Juguete Antiguo de México es uno de los museos independientes de la CDMX. La familia Shimizu, que llegó a nuestro país en 1920, fue la que la creó; el espacio museístico abrió sus puertas en 2008 en la colonia Doctores.
“Ahorita esperamos que con este nuevo gobierno entrante tanto a nivel alcaldía, a nivel este de ciudad y a nivel federal se puede hacer algo“, indicó Roberto Shimizu, a la espera de qué va a ocurrir con el recinto.