‘Los derechos humanos son la medicina que México necesita para sanarse’
Duncan Tucker Jefe de prensa para las Américas de Amnistía Internacional


Duncan Tucker Jefe de prensa para las Américas de Amnistía Internacional
La pandemia de Covid-19 ha expuesto y exacerbado la profunda desigualdad que ya existía en México desde hace mucho tiempo. Décadas de violencia, corrupción, impunidad, discriminación estructural y desigualdad socioeconómica han sumergido el país en una crisis de derechos humanos, a la cual ahora se suma una grave emergencia de salud.
El Estado tiene la obligación de proteger y garantizar los derechos de todas las personas en México, sin discriminación. Urge que fortalezca el precario sistema de salud pública que ha sido insuficientemente dotado de recursos, y asegure las salvaguardias adecuadas respecto a seguridad social y empleo. Pero más allá de eso, el gobierno tiene una oportunidad de hacer los cambios radicales necesarios para transformar la sociedad y dejar de pisotear a los grupos más marginalizados de la población.
La pandemia nos afecta a todas las personas, pero no de la misma manera. Las autoridades deben escuchar y hacerles caso a las personas cuyas voces han sido calladas o ignoradas históricamente, como los pueblos indígenas, las mujeres, las personas LGBTIQ+, las personas que viven en la pobreza, y las personas migrantes y refugiadas.
Deben tratar a la gente con compasión y empatía, en vez de abandonar, estigmatizar o revictimizar a quienes necesitan apoyo estatal. Asimismo deben proteger a las personas periodistas y defensoras de derechos humanos que arriesgan sus vidas luchando por un mejor mañana, en vez de vulnerarles aún más. Los derechos humanos son la medicina que México necesita para sanarse.